Usos principales
- Permiten al dueño original (fideicomitente) concentrar un grupo de sus activos y administrarlos a través de un fideicomiso.
- Para ejecutar una variedad de ajustes o sucesiones a la discreción del fideicomitente, sin recurrir a responsabilidades de impuestos adicionales y sin sujetarse a sí mismo a reglas sucesorias obligatorias que gobiernan distribuciones después de la muerte del fideicomitente.
- Permite una administración flexible y efectiva de los activos y distribución controlada oportuna a miembros de familia y otros, bajo las condiciones que el dueño original desea.
- Pueden ser diseñados para funcionar en un momento escogido en el tiempo o solamente después de que la muerte del fideicomitente ocurra.
- Son usados como un medio de protección de activos contra potenciales embargos u otros daños reclamados por futuros acreedores.
- Pueden ser usados para distribuir beneficios a terceras partes sin pasarles el control actual, el cual será mantenido por el fiduciario. El último, en su turno está sujeto a los términos del fideicomiso como ha sido expresado por el fideicomitente.
- Un fideicomiso como estructura de activos, puede ser designado para mantener todos los negocios o acciones de la compañía a favor de un beneficiario. Este paso extra puede garantizar discreción.
- Puede proteger un negocio de la desintegración o disolución por herederos y garantiza continuidad en las manos de fiduciarios competentes y de acuerdo a los deseos del fideicomitente.
- Son usados como instrumentos comerciales para garantizar activos de valores, o como una forma alternativa de garantía para créditos bancarios.
- Los fideicomisos son a menudo usados para inversión general en los mercados de acciones internacionales, en fondos mutuos, o en bienes raíces.